La línea de alta velocidad Madrid – Galicia, encuadrada en el Corredor Norte/Noroeste, sitúa a Galicia en el mapa de la alta velocidad española.
Los trazados ferroviarios gallegos siempre han estado condicionados por un accidentado relieve que ha dificultado las comunicaciones ferroviarias con el centro peninsular. De hecho, la primera línea directa entre Madrid y Galicia, por Zamora y Ourense, no se logró hasta 1958.
El proyecto fue ejecutado en colaboración con INDRA. Sernivel3 montó una maqueta en San Fernando de Henares y el proyecto fue llevado a cabo con tecnología HUAWEI.